domingo, 11 de diciembre de 2011

El humor en la obra de Bryce Echenique


“El humor está presente en todos mis libros, la ironía, no es un humor cruel que se burle del manco, el cojo, el jorobado, el tuerto, del que se cae. (…), la ironía es la sonrisa de la razón, digámoslo así, y creo que con eso, pues, me he sabido reír de mí mismo viéndome como escritor”, (Montaño, 2011).
Los difíciles temas tratados por Bryce son ligeros al lector debido a su manejo del lenguaje escrito, al cual lo transforma en una transcripción de lenguaje oral, cercano a un dialogo del protagonista en un situación cotidiana y palpable.
Bryce Echenique descarga gruesas municiones  de forma suave e inesperada a través del humor. El lenguaje coloquial que incluye en su obra le permite trascender límites formales de expresión escrita de manera coherente y convincente.
De acuerdo a EFE, (2011), en una celebración por los 40 años de publicación de Un mundo para Julius el escritor peruano Raúl Tola destaco la “humanidad y el sentido del humor que recogen” las páginas de la novela; esto demuestra el reconocimiento del mundo literario como un escritor que se sirve dl humor para enriquecer los mundos que recrea en sus novelas.
Una gran parte de su obra es autobiográfica posiblemente por eso la siguiente afirmación de Bryce aclara muchas cosas: “Siempre he sabido reírme de mí mismo”, (Montaño, 2011).
El autor peruano es tan apegado al humor que incluso ha dado conferencias y ponencias sobre el humor en la literatura hispanoamericana, así, el 28 de noviembre del 2001, en la Casa de las Américas en España durante el taller de narrativa “Tres clásicos de la literatura peruana”, dicto una conferencia titulada: “Del humor quevedesco a la ironía cervantina”,  donde explicó que: “el humor no es lo contrario de lo serio, sino de lo aburrido. (…), dejando clara su querencia por el tema del humor, que para él ha sido la forma de aproximación al amor, al dolor, a la alegría de la vida”, (Pérez, 2001).
Adicionalmente a través de su ensayo: "Detesto la carcajada sonora y puntual, la que nos cierra los ojos a la observación y la reflexión", aclara su punto de vista de que el humor es algo importante como recurso para comunicar las ideas de manera simple y entretenida.
Bernal, 2001, describe al humor de Bryce en Un mundo para Julius como “humor con dolor, a través de lo cual construye universos particularmente dolientes sin rasgarse las vestiduras, (…) peculiar manera de expresarse en el dolor desde la resistencia misma a sentirlo, desde un espacio de negación en el que asume que éste existe pero subvierte en el humor fino dando pie a la ironía y a la racionalización del mismo” ,(2011).
Un ejemplo claro de su inclinación al humor es haber titulado a un cuento suyo: La felicidad ja ja. De acuerdo a una reseña de Perú book store, de dicha obra: “El humor, rasgo típico de  Bryce, entabla un revelador contrapunto con el infortunio, que ronda constantemente las vidas de unos seres frágiles y entrañables cuyos destinos tragicómicos terminan conmoviendo profundamente al lector, (…) para aprender de nuestro pasado con una carcajada; (…); para vernos con humor, para aprender a reírnos de nosotros mismos”.
Este fragmento de Un mundo para Julius, muestra el manejo de una situación incomoda suavizada con humor: “Más allá, Juan Lucas comentaba el día de golf con tres igualitos a él y de rato en rato se reían y eran varoniles y sólo decían cosas bien dichas. Celso se acercó al grupo y dijo algo en voz baja; algo que debió ser muy gracioso porque Juan Lucas estalló en sonora carcajada y buscó a Susan entre los invitados.
—¿Has escuchado eso, mujer? —No, darling, ¿qué?
—Aquí el mayordomo me cuenta que el chofer está desesperado porque Santiago se ha robado uno de los carros.
Cada palabra venía con una entonación perfecta, varonil. Susan se quedó estática; lo miraba, no sabía si era bueno o malo lo que había hecho Santiago. Pensó que habría sido malo en la época de su esposo, pero ahora con Juan Lucas...
—Darling, ¿qué vamos a hacer?
—Vamos a esperar —respondió Juan Lucas—. Si regresa y el carro no huele a perfume de muchacha, entonces sí que no dejaremos que se lo vuelva a robar.
—¡Tenía una cita! —gritó Bobby, que había estado todo el tiempo por ahí.
Carcajada general, todos se reían y se llevaban copas a los labios, Susan volvía a acomodarse el mechón de pelo.” Bryce Echenique, 1970.
Recogiendo las ideas de Bryce, ¿reírnos de nosotros mismos, no hace  que la vida se más llevadera? y ¿los problemas no se vean tan grandes?.
La literatura puede tener muchas funciones y ninguna a la vez, pero una obra construida en base al humor elegante y bien concebido, se convierte en un aporte importante en los contenidos que los lectores consumen, de la misma manera el lector retribuye al autor esa felicidad recibida en forma de fidelidad.

Bibliografía

2011. Bernal, Adriana.  Las inquietudes de Julius. Sin Embargo. 5 de diciembre de 2011. <http://www.sinembargo.mx/22-10-2011/60658>

2011. EFE. Alfredo Bryce Echenique celebra los 40 años de "Un mundo para Julius". 5 de diciembre de 2011. <http://www.emol.com/noticias/magazine/2011/04/29/478715/alfredo-bryce-echenique-celebra-los-40-anos-de-un-mundo-para-julius.html>

2011. Montaño, Ericka. Bryce Echenique escribe con más ironía la sonrisa de la razón.  Diario La Jornada. 5 de diciembre de 2011. <http://www.jornada.unam.mx/2011/10/09/
cultura/a02n1cul>

2001. Péréz, Ana. Alfredo Bryce Echenique: Humoroso Bryce. Biblioteca Babab. 5 de diciembre de 2011. <http://www.babab.com/no06/alfredo_bryce.htm>

2011. Perú Book Store. La felicidad ja ja. 5 de diciembre de 2011. <http://www.perubookstore.com/libro/IJ350/la-felicidad-ja-ja>

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